CORRE DEMASIADO
Corre demasiado. Es muy veloz.
Corre demasiado el tiempo,
mientras van resonando las horas
que se desangran en el corazón
al compás del arranque
de almanaques tristezas,
alegrías y nostalgias.
Por eso, nos besamos.
Y parece que en ese momento
Y parece que en ese momento
solo discurren las ganas
de amarnos por los labios.
Nos encanta que el tiempo
no corra demasiado,
mientras nos queremos.
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