UN TANTO EXTRAÑA LA VIDA
La vida era un tanto extraña.
Esquiva, corrediza, huidiza.
Esquiva, corrediza, huidiza.
Traviesa, se volaba, me rehuía.
Se me escapaba entre los dedos
como arena fina de un reloj
que se adelgaza más y más.
Durante un tiempo
que no era tiempo debo decir.
Hasta que supe el significado
del agua cuando en la corriente
del mar sonaron los acordes
transparentes y bellos del mar
y los ciclos imparables
de sus olas.
Entonces la vida vino sola
sin que la buscara.
Siempre había estado ahí.
Aunque pareciera que se volaba,
y me rehuía, corrediza,
esquiva y huidiza.
Siempre había estado ahí
mi vida, traviesa.
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