EL TIEMPO NO PASA SOLO
El tiempo no pasa solo.
Pasa contigo, con tus cosas.
Y tus ganas, y el detalle
matutino de abarcar
con la mirada esa nación
azul e inmensa de tus pupilas.
El tiempo no pasa solo,
y no muere tampoco solo.
Es más, revive contigo
en cada segundo más si cabe.
Porque no lo vacían las horas.
Lo llenas más bien tú.
Y el sol no muere
en cada ocaso al contemplarte.
No se corta el mediodía,
mientras puedo mirarte.
Y, por ello, son las cuatro,
y las cinco, y las seis,
y las siete, y las ocho,
y las nueve, y las diez,
y aunque se acueste la luz
en las espaldas viejas y metálicas
de las farolas, todavía
es de día.
El tiempo no pasa solo.
Pasa contigo, con lo que eres.
Con todas tus cosas.
0 comentarios:
Publicar un comentario