SOMOS TAN DISTINTOS
Somos tan distintos
como lo que somos
de lo que fuimos antes.
Tan distintos de la lluvia
que cae, simplemente.
Y tan distintos de los cálculos
fútiles sobre el futuro
que proyecta un marinero
sin velamen en una oficina:
el rumbo de la corriente
se estanca cuando no hay
demasiado mar que surcar.
Somos tan distintos
como cada relámpago
de la tormenta,
y como tú cuando llegas
distinta en tu belleza
a todos los moldes.
Somos tan distintos
como cuando echo
de menos tus brazos
en las calles sin esquinas,
sin destino en la caricia,
porque la ciudad no tiene ventanas
que me lleven a tu cuerpo.
Somos tan distintos
como el instante rutinario,
cuando empiezo a amarte,
aunque no sepa cuán linda
vas a venir en el próximo recuerdo,
la próxima nostalgia.
Somos tan distintos
como lo que somos
de lo que antes fuimos.
Casi tanto como cada uno
de mis recuerdos tuyos,
mientras no te olvido.
Y el mundo también
es algo distinto.
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