TÚ ERES COMO YO
Tú eres como yo.
Y yo soy como tú.
Tu jornada es la mía,
y tus pasos,
aunque de otro camino
algunas veces,
se cruzan en los míos.
Los dos miramos
al sol cuando despertamos.
Y, en ocasiones,
nuestros sueños
se asoman al mundo
como las palomas
volando sobre los balcones.
Lloramos, y reímos
aunque otro número, a veces,
no nos permita regar
de nuestra melancolía
o alegría el territorio
de otra bandera.
Amamos sin nacionalidad
cuando el corazón
quiere de más.
Somos como nosotros
aunque, a veces, esté prohibido
ser otra cosa
que lo que dicen
los mapas y leyes.
Y te quiero como eres
siempre que seas humano.
Tú eres como yo.
Y yo soy como tú.
Simplemente, humanos.
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