TODAVÍA NO HAS MUERTO

TODAVÍA NO HAS MUERTO

Todavía no has muerto.

Aún te late el corazón

fuera del pecho,

en todos los nombres

de las cosas.

En todas las quimeras

que construyen tus sueños

como puentes elevadizos

a la consciencia.

.

Aún estás viva

en cada una de tus palabras.

Te queda pulso en el alma,

aunque parezca, a veces,

que se detiene el tiempo

sin tiempo entre mares de asfalto,

polvo sin tierra y lamentos.

Todavía no has muerto

en el pálpito de la voz

que entierras entre muebles,

encimeras y rebuznos

donde, a veces, no es posible

hallar más sueño que la madera

corrompida por los años.

Sigues andando aún,

aun sin camino aparente.

Y dices llorar, a veces,

por las esquinas sin calle

de un laberinto rutinario

sin salida.

Todavía no has muerto.

Te queda un horizonte

que se aleja dulcemente

cuanto más cerca parecen los sueños.

Y los persigues, andando,

latiéndote el corazón.

En fin, viviendo.