HOY NOS IREMOS

HOY NOS IREMOS

Hoy nos iremos. No temas.

Esta noche volveremos

a los besos como vuelve

la tarde a ser mediodía,

cuando despierta otro día.

Nos iremos, bastante lejos.

Hacia la carne del sexo

en tus labios, hacia las butacas

del deseo en cuyo escenario

solo tienen cabida nuestras manos.

Hablaremos del futuro

de un abrazo en el tiempo

preciso de tu instante de piel.

Y por un instante, espero,

que la función dure

después de tu telón de arrumacos.

Y no se corran luego las cortinas

de un sueño como el huracán

que se calma tras la tormenta.

Tocaremos la puerta del cielo

bebiéndote yo sorbo a sorbo

como si corrieran ríos de lujuria

por tu geografía curva de fémina,

y tú bebiéndome como si el mar

tuviese infinitas fronteras

en nuestra soledad del mundo.

Tus curvas serán estanterías

en donde los libros del tiempo

los abrirá la dulce violencia

de tu tierna embestida de amor,

con tu silueta como única página

para los arrumacos.

Y seremos fieles a la sinfonía

de caricias que marquen nuestros dedos.

Cerrará el metro de madrugada.

No habrá manera de esconderse

de la ciudad por la noche.

Otros tendrán que salir a andar

sobre el asfalto, duramente.

Y nosotros hoy nos iremos,

mientras lleguemos a amarnos.

Y regresemos a nosotros.