NO TE VEÍAS
No te veías. El espejo
en el que te mirabas
no te devolvía el rostro.
Solo pena, y melancolía.
Tu mente surcaba la tristeza
como un barco las olas
impredecibles del miedo.
.
Y decías que no te veías.
Porque, tal vez, cuando se nubla
la paz de tristeza o soledad.
de futuro inconstante
o pasado de cuya huella
no nos queremos olvidar,
es difícil verse desde dentro.
Darse la noticia de que hoy
también es otro día perfecto
para estar vivo.
Y verse al espejo
como algo más que silueta,
como algo más que polvo
entre más tierra sin tierra.
No te veías ayer.
Y hoy solo puedo decirte
que hoy todavía te queda
tiempo, y todos los ojos
del alma para mirarte
un poco más desde dentro.
Aunque ahora pienses
que solo puede verte
la ceguera de un sueño.
Todavía puedes verte.
2 comentarios:
¡Qué bello efre!
Tan sencillo y tan profundo...,
sugestión: vulnerable
siento tus palabras como una extensión tuya,
simplemente puro
Muchas gracias Yari. Un gran abrazo desde Luxem.
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