ALGO MÁS QUE COSAS
Hoy las cosas sencillas
dicen algo más que cosas.
El niño no solo juega,
saluda con metáfora
inocente al bosque,
las olas y el mundo,
sin tanta mácula en su mirada
de chisteras y Reyes Magos.
Y en un dulce silencio
grita el mar del alma,
como un rumor casi inaudible
que solo escucha quien sabe
rozarse el corazón
entre tanto cemento armado,
y urbes donde no hay cielo
para pájaros de tinta.
Hoy las cosas
dicen más que cosas.
Van más allá del verbo,
y se mueven al compás
de un viento inefable
de poesía que las arrastra
hasta el verso.
Y como ahora, sin duda,
las cosas
son algo más que cosas.
El silencio habla.
Las horas descansan
un rato de pasar.
Y sucede que, pese a nada,
sucede todo.
Y las cosas ahora,
mientras escribo,
son algo más que cosas.





