MÚSICA PARA EL ALMA

martes, 30 de noviembre de 2010

SILENCIO Y APLAUSOS


El silencio es el mejor aplauso

Jorge Saramago en el libro "Ensayo sobre la ceguera"



SILENCIO Y APLAUSOS

Tengo que callarme ahora.
Tal vez, el eco inaudible
del agua de mis ojos
en este momento sobra.

Y puede que el silencio
sea la mejor ovación
a este poema que escribo.

Que dialogue solo la tinta
con mis letras, y fluyan
las ideas como un río
de adjetivos, adverbios
y oraciones que vienen
a parar siempre a un mismo punto:
la belleza desnuda
de un simple verso.

Silencio ahora. Y aplausos
para el poema
que acaba de llegar.

lunes, 29 de noviembre de 2010

DIÁLOGO CON EL MAR




DIÁLOGO CON EL MAR

Ahora hablo con el mar.
Y lo escucho, y lo toco.
Cada uno de esos verbos de agua
que se deshacen en mis oídos
como el viento entre los dedos
para regalarme alguna canción
llena de nostalgia y espuma.

Hablo con el mar. Y en su vaivén
no deja de contarme cuán efímera
es cada gota que deja evaporarse
en las orillas de las costas.
Y cuánto puede decir el agua,
cuando se la escucha,
y se dobla en las yemas
de los dedos como una pez
al compás de la corriente.

Hablo ahora con el mar.
Y le escribo, quizás, ahora
con un poquito de sal
en las mejillas
cuán alegre estoy de existir,
mientras le hablo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

ERES DE TODO




ERES DE TODO

Eres de todas las cosas.
Eres agua en los lagos,
y letras en los papeles,
y música en los silencios,
y corriente en los ríos.

Piel, quizás, en otra carne,
y lluvia en otra tormenta,
y cielo en otra órbita,
y nube empujada por otro viento.

Eres de todas las cosas.
Y estás llena del mundo.
Sin embargo, nunca eres
lo que yo quiero que seas.
Abrazo de mis manos extendidas,
y los labios que reciban
mi vendaval insatisfecho de ternura
bajo la almohada.

Eres, tal vez, papel,
poema. Eres de todo,
menos parte de mí.

NÚMEROS CON ALMA




NÚMEROS CON ALMA

Ahora hay demasiados números
cuya vida rebasa los márgenes
universales de las matemáticas.

Números con alma.
Números que andan cada día
como fantasmas de cuya voz
sólo se acuerdan las baldosas
de pavimento de las ciudades.

Números que hablan.
Números cuyo corazón
se ha vuelto una piedra,
quizás, entre tantas rocas
de papel y cristales ahumados.

Y pensar que hay tanto
que se podría contar
sin usar los dedos,
y las calculadoras.

Tantas historias que se quedan
estancadas en la triste matemática
social del recurso humano.

Tantos números con alma
sin más historia que una cifra
sin laureles ni crisantemos.
Sin parte en la lluvia, y el agua.

Números con alma...

LA VIDA PESA




LA VIDA PESA

La vida ahora pasa, y pesa.
Y es plúmbea como el viento
después de levantar tempestades.

La vida pasa, y pesa.
Y ahora se vuelve un yunque
de recuerdos, a veces,
demasiado pesado,
cuando llueven diluvios
de nostalgia en los ojos.

Tal vez, deba quitarme
algunos gramos de tristeza
de mis palabras. Y existir
a cada instante
sin tanta melancolía pesada.

Para que no pese tanto
ahora mi vida.

sábado, 27 de noviembre de 2010

AL MENOS VENÍA BALTASAR




AL MENOS VENÍA BALTASAR

Recuerdo que estaba triste
aquel 6 de Enero de hace unos años.
Los ojos aún no se me habían nublado
de madurez. Y aún soñaba
con que viniera aquel negrito
a dejarme regalos sobre el sillón.

Cierto es que lloraba.
Y estaba triste. Sin embargo,
el polvo no poblaba mis pupilas.
Y los escombros
no eran el único techo
bajo las estrellas
que me cubría de la lluvia.

Al menos, venía Baltasar
a mi casa cada 6 de Enero
a dejarme, quizás, algo más
que ilusiones sin cometa,
y palomas mensajeras sin vuelo
en la miseria.

EN EL SILENCIO

EN EL SILENCIO

En el silencio
la ausencia se viste
de besos pretéritos,
y abrazos invernales.

Tengo frío, y estoy mudo,
aunque, a veces, la poesía
me quite esta mordaza
de tristeza que aún me ata
a tu recuerdo.

En el silencio
lo único que se escucha
es algo de poesía.
Es la nostalgia
de no querer olvidarte.

Lo que escribo
en este poema.

En el silencio...

viernes, 26 de noviembre de 2010

SOUVENIRS DE MON ENFANCE I

SOUVENIR DE MON ENFANCE I

J'en avais peur. J'en avais la trouille. Il faisait beau dans un parc de Fondillo. Le soleil luisait dans toute sa splendeur. Mais, il n'y avait que d'étincelles de stupeur dans mon regard. C'était la deuxième fois que j'essayais de faire de mon mieux pour vaincre ma peur de monter à vélo. J'avais toujours monté sur des vélos à roulettes jusqu'à ce moment là et je me souviens que j'ai crié de toutes mes forces à mon père de ne me pas laisser monter comme ça. J'étais comme un vieux râleur sans son bâton.

Je me suis égosillé .Aucun résultat. Il semble que mon père ne se méfiait pas de mes capacités pour dompter ce cheval farouche, cette bête sans roulettes sur laquelle j'allais monter. Il m'encourageait de toutes ses forces d'un coin qui se trouvait à la sortie du parc. Je me souviens que je l'entendais dire: « Mon fils, t'es courageux » « Tu pourras la « dompter » . « T'inquiète pas. Tu t'en sortirai, j'en suis sûre ».

Au début, je dois avouer que j'avais peur de me blesser tout en tombant. Et c'est vrai que je suis tombé sur mon cul un ou deux fois et que ça faisait vraiment du mal. Mais, à la troisième reprise, j'ai réussi à faire un tour entier au tour du parc sans tomber. Désormais, j'étais l'enfant le plus heureux du monde. Mon imagination commençait, à ce moment précis, à voler comme un cerf-volant qui retourne au sol cinq minutes après avoir parcouru le ciel sur les mains d'un gamin. J'étais libre comme le vent transperçant l'océan. Mon père avait raison quand il me disait que je pouvais. Vaincre ma peu c'était mon billet en premier classe à destination de mon innocence enfantine. Une leçon que je n'oublierai jamais. Merci beaucoup, papa.

jueves, 25 de noviembre de 2010

LO SIENTO




LO SIENTO

Lo siento. Eso me dijiste
aquella tarde de Septiembre.

Lo siento sin hablar.
Tus ojos lloraban.
Y sabía ya, en ese momento,
que ese mar de aflicción
iba a dejar algo de sal
en mi orilla más tiempo
de lo que dura el vaivén
albo de una ola en la playa.

Las hojas que bailaban sueltas
de los árboles parecían predecir
nuestra caída como el ocaso
ensangrentado de la próxima noche.

Lo siento. Te tengo que dejar
a ti, y a tus sueños,
y a tu camino, y a tus horas
para vivir las mías.

Nuestros relojes han de separarse,
aunque, tal vez, en los recuerdos
aún tengamos tiempo para darnos
abrazos de aire en cada adiós.

Lo siento. Eso me dijiste.
Tengo que dejarte, contigo también.

ESTABA BUSCÁNDOTE




ESTABA BUSCÁNDOTE

Ahora estaba buscándote.
Estaba buscándote en alguna letra distinta.
Esperaba, tal vez, que un poema
me trajera el aroma fresco
de alguna flor que no se la llevase
el viento como el polvo
que habita mis ventanas.

Pero no he podido encontrarte.
Tal vez, estás demasiado lejos
hasta del aire y el cielo para tocarte.
Si, al menos, estas alas de papel
tuvieran ojos para imaginar
que aún puedo mirarte.

Ahora estaba buscándote.
En algún rincón solitario
de algún parque sin niños
sobre cuyas baldosas descansan
años de nostalgia que quiero callar,
aunque pida paso la inocencia
por abrirse paso en mis años.

Pero ya no eres nada.
Tan sólo, ausencia que escribo.
El primer y último, tal vez,
pasajero de mis recuerdos.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

NO MIRARTE

NO MIRARTE

No mirarte atrasa el mediodía.
Todo lo que tengo
son tus ojos
para ver algo de luz
al final del túnel
de mi vida

Mírame....

VIVIR SIN ESTAR MUERTO


Me despierto siempre,
y siempre quiero estar muerto

Ramón Sampedro

VIVIR SIN ESTAR MUERTO

Es cierto que, a veces, estoy triste.
Y no quiero que lleguen más tardes
ensangrentadas a la mirada.

Porque no siempre amanece azul
el cielo, aunque no haya nubes
que lo cubran, ni tormenta
que arrastre el mediodía
a otra órbita más allá
de lo que puedo ver.

Sin embargo, me siento afortunado,
porque, tal vez, aún me quedan
algunas lágrimas para llorar
antes de que la tierra
me pida cuentas, y me torne
en parte de la lluvia,
y el barro, y las estaciones,
y los años, y la nada,
y sólo pueda contemplar
desde el polvo el paso incensante
de las despedidas
y los nacimientos.

Tengo suerte de estar vivo, tal vez.
Y poder escribir todos mis nombres,
los abrazos, y los saludos.
Los besos, y el segundo
en que la ternura se vuelve
poema después del arrumaco,
y los naufragios en las ausencias.

Soy afortunado. Aún vivo.
Y quisiera seguir viviendo,
tal vez, sin estar muerto.

Hasta entonces, seguiré escribiendo
toda mi vida.

martes, 23 de noviembre de 2010

AHORA MI VIDA




AHORA MI VIDA

Ahora mi vida.
Ahora no sé exactamente
lo que es mi vida.

Tal vez, un temporal de dudas
que busca algún claro
en las preguntas de sol
que hago al mediodía,
mientras espero que se disipe
la niebla triste de mi mirada.

No sé, no sé mi vida.
No sé lo que es ella.
Una batalla, quizás, contra mí mismo.
Una revolución de palabras
en las que sólo mueren verbos
cuyas lápidas descansan, a veces,
sobre los papeles en blanco
cual camarotes vacíos de un barco
esperando llenarse de viajeros.

Ahora mi vida.
No sé lo que es mi vida.
Y tampo, tal vez, deba perder el tiempo
pensando en otro tiempo.

Porque ahora me llega
mi vida.

Aunque aún no sepa muy bien
lo que significa estar vivo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

NO QUISIERA QUE NADIE




NO QUISIERA QUE NADIE

No quisiera tener que hablar
más tiempo de nadie.

De un nadie cuya voz sólo
escucha el asfalto podrido
de alguna ciudad sin limpiar
por la noche.

De un nadie cuyos recuerdos
sólo abraza el cristal sucio
de algún zaguán, mientras se mira
el rostro arrugado en los charcos
que deja la lluvia en las aceras.

Y de un nadie cuyo único techo
son las estrellas estorbadas
en su mirada alienada
por el temblor de alguna farola.


No quisiera seguir hablando
de nadie, y que tenga corazón
cada latido que le golpea
el pecho.



Nadie. No puedo seguir
conversando en este poema
con nadie.

Porque nadie también soy yo.
Y no quisiera que el polvo
fuese lo único que abrazar
en una fría tarde de invierno.

Porque nadie también soy yo.

ES CIERTO QUE LLORO




ES CIERTO QUE LLORO

Es cierto que lloro mucho,
cuando intento caminar
sobre tus pasos, y descubro
que mi camino ya se ha perdido
en estas letras de nostalgia:
te recuerdo tanto que, a veces,
me olvido de que el mundo
sigue girando fuera de tu cuerpo.

Es cierto que lloro al pensarte.
Pero he de decir que, al menos,
el viento gélido del invierno
me eriza los cabellos,
cuando te recuerdo.

Y existo, aunque no quisiera,
a veces, que la primavera
regalase flores a los campos
sin que mi ternura sembrase
temblores en tu espalda
en cada paso por tus mapas.

Lloro cuando no te olvido.
Y me alegra, al menos,
no saberme muerto,
mientras te espero en cada poema.

sábado, 20 de noviembre de 2010

HABÍA QUEDADO CLARO

HABÍA QUEDADO CLARO

Creía que había quedado claro.
Te ibas a marchar ya.
Y nos dijimos adiós aquella tarde
para nunca volvernos a ver.

Sin embargo, aún pueblas
todos mis ojos en las calles.
Las hojas amarillentas,
y las fotos medio rotas
que aún cuelgan de mis armarios.

Porque despedir al corazón,
un fuego que casi ni se ha encendido.

Y perder un camino, tal vez,
para seguir los malos pasos
hacia atrás de la nostalgia.

Nos dijimos adiós.
Y aún me resisto, tal vez,
a que te apagues como la última
ceniza de un cigarro,
o la última luz de una farola
en la madrugada.

Porque te miro,
aunque ya no tengas
más ojos que mis sueños.

jueves, 18 de noviembre de 2010

TE ESCONDES




TE ESCONDES

Te escondes ahora.
Eres como una ráfaga de viento
que toca sin ser vista,
y roza sin que nada
le pida su caricia de oxígeno
en movimiento.

Te escondes ahora.
Y sin embargo, sé dónde estás.
Porque escribir es, tal vez,
la única forma de explorar
lo que me deja de ti el olvido.

La única manera de fecundar
un verbo de amor en la ausencia.
Y que me alcances, aunque
nunca las manos se entrelacen,
y te vuelvas un ave fugitiva
en mis abrazos de papel y tinta.

Te escondes ahora.
Pero no por mucho tiempo,
mientras me quede algún minuto
para escribirte.

LOS SUEÑOS NO SE ACABAN

LOS SUEÑOS NO SE ACABAN

Los sueños no se acaban,
a veces, en un golpe de párpados,
cuando ya nos deja en el frío
de la noche, desnudos una sábana.

Solo se acaban. Se terminan los sueños,
cuando pesan demasiado los años
en los ojos, y la edad
se nos vuelve un yunque
demasiado pesado de recuerdos.

Porque, a veces, despertarse
cuesta más que la gravedad
de existir.

Y no es fácil temblar después
sin que exista el miedo.
Sin que se pongan hirsutos
los cabellos, soñando.

Ahí, cuando se amanece
casi sin querer.
Ahí se acaban los sueños.

TENER AMIGOS




TENER AMIGOS

Yo quisiera tener amigos.
Amigos que sepan conjugar
la amistad en el corazón.

Porque hay muchos que acompañan
en tiempos de Olimpo y laureles.
Pero pocos se quedan,
cuando llueven cascadas
de lágrimas de los ojos.

Yo quisiera tener amigos
a quienes regalarle mi historia.
Oídos que no se tapen,
cuando golpee en mi puerta
la desgracia ensangrentada
de tristeza y aflicción.
Y alguien que sepa morir
conmigo sin enterrarse.

Yo quisiera tener amigos
que sepan viajar conmigo,
sin darme siempre la mano.

Que sepan volver a mí,
quizás, en un recuerdo.

Yo quisiera ahora
tener amigos, amigos...

martes, 16 de noviembre de 2010

TU AUSENCIA




TU AUSENCIA

Tu ausencia, tal vez,
es lo único que me queda.

Empujar un verbo vacío
quizás, hasta tus caricias
de aire para tocarte,
y que el viento se lleve
otro trozo más de mediodía
sin que tú cortes el sol
en tu mirada.

Tu ausencia
lo único que me queda
para no decirte adiós, todavía.

lunes, 15 de noviembre de 2010

DEMASIADOS CADÁVERES




DEMASIADOS CADÁVERES

Ahora hay demasiados cadáveres
andando por las calles.
Demasiados silencios enterrados
bajo el estrépito de las prisas,
los semáforos cuyo color rojo
no se ha de saltar corriendo,
y demasiados latidos que se pierden
bajo el ruido mundanal
de un bienestar de cristal
y escaparate ensoñado.

Demasiados cadáveres andando.
Y demasiadas lápidas talladas
más allá de los cementerios.

Porque, tal vez, cada vez
quedan menos verbos vivos
que hablen sin gastar
palabras en cada conversación,
y que miren sin dejarse guiar
por las luces de una triste farola
de fantasías perdidas.

Supongo que ya lo decía el poeta:
a veces, se está muerto
aunque nos lata el corazón amigos.

domingo, 14 de noviembre de 2010

ANDAR POR TU CUERPO




ANDAR POR TU CUERPO

Llevo mucho tiempo
sin andar ya por tu cuerpo.
Y echo de menos que mis manos
recorrAn los senderos abruptos
que conducen a tus curvas,
cuando en un estremecimiento
se juntan nuestra sed de ternura,
y un ahora amargo
sabor a ausencia.

Andar por tu cuerpo con los dedos.
Sentir, durante un momento,
ese secreto telúrico y femenino
que encierras tras la ropa.
Y conjugar la alegría
sobre tus verbos de lujuria,
y las gotas de lluvia
de rocío sobre tu piel.

Echo de menos
quererte como antes.
Y todo lo que llega de amor
a mis costas son solo poemas
al mar, y la desilusión
de haber andado, tal vez,
algún día por tu cuerpo.
Y que ahora solo la noche
te aproxime hasta este poema.

sábado, 13 de noviembre de 2010

I LOVE WRITING WHEN LOVING YOU


I LOVE WRITING WHEN LOVING YOU

I love writing
when loving you.

Because your words are different.
Your words are music
when everything is silence
and no one dare to break it
into invisible scores of passion.

Your words are more than
just a name scribbled down
on a dirty sheet of paper.

Your words are the rain
I love to be wet by,
because every raindrop
is delicious if fallen from your tears.

I love writing
when writing is telling you
how beautiful my world is
when holding you in my hands.

I love writing
when loving you.

ESCRIBIR POESÍA


ESCRIBIR POESÍA

Escribir poesía.
Aún no sé que significa
escribir poesía.

Sin embargo, a veces,
es como si los márgenes
del papel empezaran a curvarse,
cuando la inspiración toca
a las costas de mis sueños.

Y viajo, tal vez, en un adverbio
a todas las islas prohibidas
de mis verbos, los adjetivos
oníricos de mis pasillos azules
hacia el cielo,
y el fuego vital que rezuma
de la tinta que se escapa
del bolígrafo para volar
sobre mi subconsciente.

Escribir poesía,
cuando la música del mar
golpea en su vaivén
de otra manera en mi mirada,
y en una ráfaga de viento
me atrapa el sustantivo
del aire con un águila
en sus lomos invisibles.

Y escribo, entonces, poesía.

viernes, 12 de noviembre de 2010

SOY UN ALTO BAJITO Y LOCO


Esos locos bajitos

Título de la canción de Serrat "Esos locos bajitos"



SOY UN ALTO BAJITO Y LOCO

Yo también fui un niño.
Un loco bajito de esos
a los que cantaba Serrat.

Un ser que se despertaba
cada seis de enero creyendo
que los camellos habían llegado
a casa a dejar gramos de sueños
sobre los sillones.

Cinco, seis, siete,
y más calendarios anuales
que corrían por el cielo
en bicicleta de rueditas.

Y una mirada que nunca cejaba
en su empeño de viajar
más allá de la raya del horizonte
bajo unas sábanas
pobladas por los sueños.

Yo también fui un niño.
Y es cierto que ya los años
me han hecho crecer.
Tengo más estatura,
y soy más alto,
aunque no pueda tocar
aún el sol en zapatillas.

Aún así,
a mis veinticinco años
soy un alto bajito y loco.
Y quiero seguirlo siendo,
aunque mis centímetros
ya digan lo contrario.

TU HISTORIA

TU HISTORIA

Hay millones de bibliotecas en todo el mundo. Y podría recabar millones de páginas de historia en sus instantes para satisfacer mi ansia de conocimiento. Sin embargo, sé que, en este momento, me faltaría una que no descansa sobre los estantes de ningún edificio con olor a libros y siglos. Me faltaría ahondar en tu mirada; navegar en el brillo de tus ojos para buscar ese solo que no existe en los días lóbregos y tristes en los que sólo amanece sobre el cristal de las ventanas; escribir algún párrafo de mis aventuras, mientras mis manos exploran las infinitas maravillas curvilíneas de tu cuerpo; fecundar otra primavera en pleno Diciembre, mientras siembro ternura en tus labios; y, tal vez, contarte cómo me va sin silbárselo al viento. Ya ves, hay un mar de historias en el que podría sumergirme. Sin embargo, ahora sólo me interesa margullar, al menos, en aquel que porte tu corriente. Tal vez, porque no me apetece seguir escribiendo párrafos vacíos en mis viajes por la vida.

LADRAR LOS PERROS




LADRAR LOS PERROS

Sólo deberían ladrar los perros,
y no el hambre
en los estómagos vacíos.

Sólo deberían.
Deberían hablar las palabras,
y los verbos sin sangre
sin que ninguna granada
imponga su herida
en la tierra para conquistarla.

Y quisiese tanto ahora
que sólo barriesen polvo
las escobas, a veces,
cuando tantos escombros
humanos vagan sin rumbo
y sin papeles por el desfile
de máscaras del mundo.

Sólo deberían...
Debería escucharse el silencio,
cuando se quiere paz
sin que el estrépito de una bomba
proclame mucho futuro
después de sembrar la masacre.

Y es una lástima que la lluvia
no siempre bañe los campos
de rocío: corren tantos ríos
de plasma seco por el planeta
para saciar
manantiales de ambición...


Sólo deberían
ladrar los perros....

jueves, 11 de noviembre de 2010

LO QUE DECIMOS QUE PASA

Lo que pasa es siempre algo bueno

Anónimo

LO QUE DECIMOS QUE PASA

Lo que decimos que pasa
es casi siempre algo bueno.

Porque, tal vez, lo contamos.
Y es cierto que ya ha sucedido,
tal vez, que ya no es más
que otra hoja arrancada del calendario.
Otro estremecimiento
de cuyo golpe en las alas
de la mariposa del vientre
ya no sentimos nada.

Otra historia pretérita,
y otro borrón de sol, tal vez,
que añadir a otros mediodías.

Pero, pese a todo, lo recordamos.
Lo guardamos en la sangre
para que fluya en los ríos
de otros sueños, y otras memorias.

Y lo regalamos, tal vez, a cada paso
de cemento de las calles.
A cada camino que andamos,
a cada piedra en la que tropezamos,
a cada nombre que ponemos
a nuestro suspiro vital.

Lo bueno casi siempre
es lo que decimos que pasa.

NUESTRO SECRETO




NUESTRO SECRETO

Me hubiese encantado, entonces,
que nuestro secreto
hubiese pertenecido a la tierra.

Que la primavera nos hubiese regalado
más estaciones de flores en los abrazos.
Y que no se llevase el viento ahora
todo lo que pudimos ser
sin tornarnos aire de olvido
en su corriente.

Ahora todo lo gobierna
la ausencia, mientras gritas
tu silencio bajo la almohada.

Me hubiese encantado
que hubieses sido tú,
en aquel instante
sin cerrar los ojos
para llegar a tocar.

Tú, y yo.
Un secreto de la tierra.
Nuestro secreto.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

SOY Y NO SOY AQUEL




SOY Y NO SOY AQUEL

Soy y no soy.
Aquel que te esperaba
en los bancos de aquel parque
a que vinieras arrasando el fuego
en tu abrazo de ternura.

Y aquel que, quizás, te espera
sin ser el mismo que aguarda
tu corriente para saciar
un río sempiterno de nostalgia
y soledad.

Soy y no soy, ya ves
aquel cuya mirada te busca
tras los papeles
sin encontrar reposo
en algún margen de tu cuerpo
para dejar de llorar tinta
en los poemas.

Y aquel que ha aprendido, quizás,
que, aunque quede rescoldo
después de la llama
no sirve nada intentar avivarla
cuando el viento sopla
en una sola dirección: el olvido.

Soy y no soy.
Aquel que, tal vez, aún te ama.

martes, 9 de noviembre de 2010

DE REGRESO




DE REGRESO


Algunas veces regreso. No sé cómo puedo con el mar, pero regreso. La memoria me devuelve a unos pasillos de mármol sobre cuyas baldosas pasearon tantos recuerdos y tantas carreras infantiles en triciclo. Y me imagino a los juguetes de las estanterías regalándome una cándida sonrisa de metal, que lucha con el olor a décadas pasadas y el polvo por abrirse camino hasta una mirada inocente. Me imagino, también, a la cocina dándome una cálida bienvenida con sus deliciosos torbellinos de sofritos y dulces embriagando a mis sentidos. Y mi madre prologando el momento con ese tacto frágil y mágico para emborrachar de pasión alimentaria a mi nariz. Toda la familia, después de la sesión de chistera culinaria y maternal, se reúne entonces, tras los umbrales de mi fantasía, en la mesa. Y charlamos todos, y reímos como si los huesos de madera astillada de algunas sillas viejas no crujieran cual columna avejentada, y el café expreso no impregnase los antiguos recibos. Porque recordar es como volver a casa, a veces, sin haber partido de regreso allá donde se nace. Sin embargo, es algo tan efímero como la espuma que la corriente se lleva océano adentro tras el baile con la arena, como el mar cuyo vaivén me devuelve ahora a la habitación desde la que regreso, quizás, a mi antigua casa.

domingo, 7 de noviembre de 2010

PODRÍA MALDECIR

PODRÍA MALDECIR

Podría maldecir el amor
que nos columpia
en órbitas cercanas al sol
para que después queme
su aliento de ausencia el corazón.

Podría maldecirlo, y decir
que no vale la pena recorrer
la ternura en unos besos,
cuando ya se apaga el cariño
como la llama de una vela.

Pero no estaría en lo cierto.
Porque, a veces, es hermoso
inmortalizar el latido más fuerte
de aquellos que resucitan
cuando aman.

Aunque duela después
seguir amando desde el olvido.

viernes, 5 de noviembre de 2010

POR MIS RECUERDOS EXISTO


POR MIS RECUERDOS EXISTO

He caminado mucho. Y, en este momento, no quisiera perder todo lo que ya he andado, aunque, en ocasiones, lo más fácil sea pensar que no existió nada antes de la última huella en el sendero. No me gustaría que se disipasen mis carreras en triciclo por los pasillos de casa como gotas de sal en la arena sobre la que bailan durante lo que dura un efímero vaivén de corriente. Me desagradaría mucho, también, que se borraran mis viajes por la libertad sobre aquel pequeño sillín de BMX en el que tantos pájaros de papel volaron en mi infancia y que desaparecieran mis canciones solitarias en el patio, el tacto suave de aquellos líquenes, y algunos pecios de mis naufragios en la vida en los que, por azar o por destino, no me ahogué. Aunque ya mi casa solo la pueble una esencia algo desagradable de olvido, y tras las ventanas me reciba un lánguido mediodía que nunca consigue llegar a amanecer en mi mirada. Aunque duela, sé que por mis recuerdos existo.

jueves, 4 de noviembre de 2010

NUESTRO CAMINO




NUESTRO CAMINO

Nuestro camino no duró demasiado.
Tal vez, lo que tardan los paraísos
de encarnado cartón en disiparse
de una estrella de papel.

No duramos demasiado .
Tal vez, unos pasos de lujuria
en los abrazos,
y unas carreras de ternura
por los labios.

Y nos cansamos, supongo,
como se cansa la llama de una vela
de dar algo de mediodía
a una estancia semioscura.

Porque andar ya es complicado.
Y, tal vez, tender puentes
a otros sueños ya sea imposible,
cuando los brazos no alcanzan
a contener la ausencia vital
de estar solo
sin querer la soledad.

Para marchar de la mano
en nuestro camino.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

IMAGINEMOS


IMAGINEMOS



Ahora quisiera adentrarme en la enorme habitación blanca de aquella onírica mansión en la que transitan tantos sueños de paz y concordia. Quisiera adentrarme por entre aquellos vericuetos, envueltos en una espesa niebla y rodeados por un ejército bien formado de árboles, que conducen al sosiego.Quisiera, durante un momento, imaginar que, al andar camino a la casa, no se canse el silencio de estar tranquilo. Me encantaría, tal vez, entonces, abrir con toque leve y frágil enormes ventanas tras cuyos cristales el sol regala algunos gramos de amanecer, mientras alguien de tez blanca, ojos ocultos tras el color sepia de unas gafas redondas y oído privilegiado para escuchar los trinos del viento, regala pentagramas invisibles y maravillosos de armonía, ritmo y compases a mis tímpanos, ansiosos de borrar ruidos de la memoria, con sus dedos cabalgando sobre teclas de piano ebúrneas y suaves. Y mientras tanto, imaginar mucho. Imaginar que nadie va a quebrar ese momento maravilloso con el estruendo terrible de alguna bomba. Imaginar que no van a existir más fronteras entre las pieles que la melanina que las torna más blancas, o más negras, más rojas o amarillas. Imaginar que el mayor tesoro está siempre en emocionarse y ser humano sin que existan más ataduras al mundo que estar de pie, y andar para vivir. Sin cadenas pecuniarias. Y mientras, que se levante la paz sin molestar demasiado, sin sonar a guerra, aunque una bala te haya atravesado el corazón ya. Imaginemos John, imaginemos.

ESCRIBIR...




ESCRIBIR

Escribir ahora es compartir
millones de historias vivas
más todas las que han muerto.

Narrar, quizás, la mía
para que no pase sola
por las líneas de tinta
que dibuja el tiempo en un poema.

Pasar, y arrancar algo más
que hojas de los calendarios.

Recordar, en cada recorte,
tal vez, un buen momento
o una lágrima en el mar
de millones de nostalgias
pasajeras de la tristeza.

Escribir, tal vez, escribo
para que yo muera,
y no se vaya con el polvo
de un cajón olvidado mi historia.

martes, 2 de noviembre de 2010

LA LUZ DE UNA CERILLA




LA LUZ DE UNA CERILLA

Puede que la vida esté llena
de mediodías semioscuras
donde el Sol sólo parece
disparar rayos en los ojos,
y nostalgia en los corazones.

Sí, puede que sea cierto
que, después de todos los días,
sólo quede algún minuto
de luz entre todos los amaneceres
y las tardes para que despierte
un haz de esperanza en la mirada.

La luz de una cerilla
en el fuego ardiente de las horas
para ser feliz.

PETICIÓN ESPECIAL DE 6 DE ENERO




PETICIÓN ESPECIAL DE 6 DE ENERO


Quisiera adelantarme a los regalos
ocupando todos los sillones de la casa.
Y pedirles al calor de una memoria
a los Reyes que te devuelvan
todos los Eneros que estás perdiendo.

Que te devuelvan algún recuerdo.
Algún olor a tomillo, azafrán
perejil y sartenes mágicos
de donde rezumaban algo más
que sofritos y maravillosas tortillas:
tal vez, la esencia de alguna memoria
perdida en los laberintos
del tu tiempo desorientado.

Que te devuelvan, pido.
Que te devuelvan las hojas arrancadas
que se han despegado ya
de tus andanzas por el pasado,
aunque sea algo tan imposible
como cortar las horas a golpe
de tijera y barcos de papel.
Y que no haya tantas telarañas
en los desvanes de tu existencia.

Aunque no sea 6 de Enero,
ahora pido a los Reyes
que te devuelvan, mamá,
todos tus recuerdos.