FORTUNA DE VIVIR
Ahora estoy en un sitio
más que maravilloso.
Un sitio en que llueve,
sobre las mejillas por eso
a lo que llaman melancolía,
a veces, aunque el agua
no acaricie otoñal las aceras.
Un sitio en que el silencio,
en ocasiones, acierta a gritar
desde lo más insondable del alma,
y en una palabra se asoma
el aliento de la belleza.
Y se eleva la poesía clara
entre tanta sombra cotidiana.
Estoy, vivo ahora
en un sitio maravilloso
en que los pájaros vuelan
sin saber que vuelan,
y los niños saludan mágicamente
a los perros como si hablaran.
Algún día, tal vez, volverán
también las primaveras
eternas de entonces,
cuando éramos otros
los que miraban el mundo.
¿Y dónde quedó esa magia?
Me pregunto cuando cae la tarde
y otro día se escapa
en las agujas del reloj
como arena entre los dedos.
Vivo ahora en un sitio
no del todo perfecto,
maravilloso, donde a veces
las granadas sangran demasiado.
Pero, aun así, sigue siendo hermoso.
Mientras me quede el mar
de tus ojos para descubrirme
en ti y en todos.
Desnudamente humano.
Ahora estoy en un sitio maravilloso.
Tengo la gran fortuna de vivir.
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