RETIRADA
Ahora ruego
que me disculpen.
Deseo retirarme
a los aposentos
inefables de mi alma.
Lo sé. Será difícil
que entiendan
que no me gusta demasiado
tanto alboroto en la ciudad.
Y tampoco en el ruido
cotidiano puedo escuchar
la música de otras ondas
con tantas interferencias.
Necesito apartarme.
Observarme dentro.
Y dejar atrás la gravedad
invisible de la rutina.
Retirarme a mi silencio
para escuchar todo
lo que me hace falta:
los latidos genuinos
de mi alma.
Para ello, me bato
silentemente en retirada.
Ruego de nuevo
que me disculpen por ello.
0 comentarios:
Publicar un comentario