GANAS DE VOLAR
Mis ojos han visto
demasiado cemento en las palabras.
Y están cansados.
Cansados de cargar yunques
de tinta sobre los párpados.
Horas de hastío en que sólo las lágrimas
humedecen charcos de angustia.
Demasiado tiempo sin tiempo
supongo que ha pasado,
entre jaulas de notas,
y cárceles de asfalto
en qué sólo puede dar saltos
una libertad casi infinita.
Y ha llegado la ahora.
La hora de abrir otros libros
que me cuenten lo que quiero,
y amo.
Que me cuenten lo que soy
los libros de la vida.
sábado, 12 de septiembre de 2009
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