Le legalo libros a mi vecina
para que lea.
Pero pasa el tiempo y, al final,
sólo sirven para quitarles el polvo.
Anónimo...
QUITARLE EL POLVO
Podría pasarme años
quitándole el polvo a las estanterías,
limpiando libros que nunca se leerán,
y vaciando de almas y objetos
aquel desván en cuyo suelo
aún siguen vagando antiguos sueños.
Pero no serviría de mucho.
Por mucho que quite polvo,
seguirán estando ahí
los recuerdos que me llevaré
conmigo, hasta la tumba.
Aunque muera por querer olvidar
aquella triste habitación
de una casa cualquiera
en un mundo ínfimo cualquiera.
martes, 13 de octubre de 2009
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