MÚSICA PARA EL ALMA

viernes, 14 de mayo de 2010

TE AMO ODIÁNDOTE




TE AMO ODIÁNDOTE


Te amo, tal vez, odiándote

sin que te sangren las manos,

porque ya no puedo tocártelas.


Te amo, y tal vez,

también te odio

sin rasgarte las vestiduras,

porque sigues, y sigues

enredándote en mis sábanas.

Y tu recuerdo, entonces,

se torna en una dulce serpiente

por cuyos colmillos ponzoñosos

es fácil sentirse embaucado,

aunque duela después

la herida de haberla imaginado.


Te amo, quizás, odiándote

sin derramarte una miga

de desprecio.

Tal vez, porque odiar

a veces, es una manera

de no olvidar los besos,

de no dejar de querer.


Te amo, quizás, odiándote...

Y ya me ves, echándote de menos.

0 comentarios: