SIEMPRE QUEDA UNA VELA
Siempre queda una vela
entre tinieblas.
Algo de luz
en la tormenta,
y un pecio al que aferrarse
cuando se pierde el rumbo
en un naufragio.
Yo ahora miro al mundo,
y veo que existo.
Ya es algo saber que vivo,
y que siempre queda una vela
entre tinieblas,
cuando aún se le puede
pedir seguir naciendo a la muerte.
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