ENORME, GIGANTE
Eres enorme, gigante, infinito.
Albergas el universo humano
de tu verdad en la mirada,
y solo has de abrir tus ojos
a lo que te rodea en un mar
de contrastes más allá
de la pecera de la ciudad.
Eres enorme, gigante, inmenso.
No dudes ahora en darte
el mejor regalo de todos.
Régalate el alma en cada latido
de tu corazón abierto al pulso
incierto de la vida y sus sucesos.
Dáte la armonía de tu silencio,
cuando no necesites otra canción
que la de tu fuero interno.
Y si buscas dentro de ti,
lo encontrarás todo:
el infinito mundo de tu belleza,
de tu esencia imperfectamente humano.
Porque eres enorme, gigante.
Eres muy grande: tú mismo.
El mejor regalo de todos.
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