LO QUE HE PERDIDO
Lo que perdido
ahora sólo lo sabe
el frío, y la tundra
en la que se han convertido
mis labios.
Pude haber besado
tantas bocas.
Lo que perdido
ahora sólo lo sabe
el frío, y la tundra
en la que se han convertido
mis labios.
Pude haber besado
tantas bocas.
Pude haberme adentrado
en tantas maravillosas verdades
de cuya longitud
el polvo de los estantes
de las bibliotecas
nunca supo nada.
Y sin embargo, dejé escapar
tantos veranos de abrazos
en las plazas.
tantos veranos de abrazos
en las plazas.
Daba miedo acercarse, quizás,
a otro cuerpo.
Que llegara a otra parte
un abrazo.
Que abarcara algo más
que una cintura.
Y también, tal vez, siempre
quise creer que quien juega
con fuego acaba quemándose.
Y he perdido muchas cosas.
Entre ellas, quemarme de amor
en un beso. Y no estar solo
contra mi propio invierno
de soledades arrepentidas.
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