ME GUSTABA
Me gustaba.
Jugar con los mediodías,
cuando caía la noche,
y aún llovía luz ardiente
sobre sus ojos.
Danzar atraído
por su canto de sirena,
aunque saliera su voz
de los pentagramas,
y un do se confundiese
con el ruido imperceptible
de los grillos en la noche.
Me gustaba el peligro.
Sentir el riesgo de subir
con mis manos por su cuerpo.
Arder en esa misma llama,
y quemarme los dedos
con la huella de sus curvas
sin calcinarme la piel.
Me gustaba.
Me gustaba tanto
hacer zigzags con las luces
de las farolas,
y creer que debajo de ellas
aún había algo de tiempo
para que se hiciese de día
en alguna mirada traicionera,
mientras sonaban las campanas
de medianoche en el silencio
de las ondas de un estanque.
Me gustaba.
Ella me gustaba...
Me gustaba.
Jugar con los mediodías,
cuando caía la noche,
y aún llovía luz ardiente
sobre sus ojos.
Danzar atraído
por su canto de sirena,
aunque saliera su voz
de los pentagramas,
y un do se confundiese
con el ruido imperceptible
de los grillos en la noche.
Me gustaba el peligro.
Sentir el riesgo de subir
con mis manos por su cuerpo.
Arder en esa misma llama,
y quemarme los dedos
con la huella de sus curvas
sin calcinarme la piel.
Me gustaba.
Me gustaba tanto
hacer zigzags con las luces
de las farolas,
y creer que debajo de ellas
aún había algo de tiempo
para que se hiciese de día
en alguna mirada traicionera,
mientras sonaban las campanas
de medianoche en el silencio
de las ondas de un estanque.
Me gustaba.
Ella me gustaba...
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