TODO SE APAGA
Todo se apaga, y desaparece,
y el alma se vuelve entonces
una lámpara apagada,
y una cerilla de polvo
a medio encender.
La urbe se torna silenciosa,
dejando a su paso de mediodía
muchos ojos que se han cerrado
para sellar su último cansancio.
Y queda un dulce cementerio
de árboles que ya vieron
en la raíz su primavera,
y tristeza que ya plasmaron
su línea de melancolía
en la historia del mundo.
Todo se apaga,
hasta la vida.
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