Seguirás mañana conmigo,
y te parecerás a cada árbol
cuando se desgarre la primavera
en cada golpe del otoño,
y se case la montaña
con la nieve como cada invierno.
Seguirás mañana conmigo,
mientras el recuerdo
siga regalándome tu cuerpo
abrasador sobre la espalda,
y tus ojos, aunque no los vea más
el próximo mediodía.
Seguirás conmigo
un mañana de siempre.
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