MÚSICA PARA EL ALMA

domingo, 1 de febrero de 2015

POR EL CAMBIO



POR EL CAMBIO

Esta tarde que ahora nace revela ciertos indicios de invierno que se asoman al cristal de mi ventana en forma de copos blandos de nieve. Lleva ya un tiempo así, demasiado. Un periodo que se ha prolongado demasiadas estaciones. Un tiempo que ha borrado los diversos colores de las estaciones, el manto marrón del otoño, la respiración amarillenta de los árboles, el azul de la época estival, entre otros elementos de una hermosa escala cromática, de los ojos de muchos que, ante los amargos acontecimientos de los últimos años, han decidido que van a dejar que algunas élites, ávidas de su felicidad y de sus sonrisas, les roben de la mirada una primavera que parecía reverdecer en los barbechos del tan ansiado bienestar.

Hasta hoy, que parece derretirse la nieve más allá del asfalto, aunque sigan patinándome los zapatos en la acera. Hasta hoy, día en que un grito unísono y ensordecedor clama porque vuelva algún atisbo de aquellos buenos tiempos, si los fueron, en que nos creímos iguales al prójimo en derechos y en justicia social. Hasta hoy, un momento en el que los recortes afectan más bien al miedo impuesto que a los servicios sociales y otros muchos ámbitos de la ciudadanía. Hasta hoy, instante en el que el Sol parece haber encontrado una Puerta por la que volver a inyectar algo de luz entre tantos perennes nubarrones. Hasta hoy, que el pavor parece haber cambiado de bando durante un instante y los balcones se colman de una dulce algarabía llena de esperanza y promesas de un futuro mejor. 

Hasta hoy, un frío extraño que traspasa los inviernos nos ha calado los huesos, el alma y las ganas de seguir adelante. Hasta hoy, un momento histórico en el que quizás la fuerza de los que conformamos la base de todo eso a lo que llaman sociedad vuelva a reposar en nuestras ganas de cambiar lo establecido, y soñar con que llegarán años mejores. Hasta hoy, que parece dar sus últimos coletazos este diciembre eterno en el que hemos vivido, plagado de solares de desesperanza y desconcierto. Hasta hoy, que soñamos con algo mejor. Y quizás vamos por el camino de eso que tanto anhelamos: "El Cambio".


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