MÚSICA PARA EL ALMA

lunes, 23 de noviembre de 2015

RECOMPENSAS



RECOMPENSAS

Algunas veces me pregunto por qué paso un tercio de la semana esperando una recompensa al final de mes, llamada salario. ¿Por qué he de aguardar a que mi jefe me abone en una cuenta bancaria un determinado importe bancario para que lo que denominamos, quizás de forma equivocada, ganarnos la vida? ¿Acaso ya no está ganada? ¿Y cuál es entonces la recompensa de existir y estar aquí ahora mismo escribiendo estas reflexiones en alto, estos tiernos gritos poblados de emoción y nostalgia? 

Tal vez, me haya equivocado un poquito durante todo este tiempo. Y ya sea una gran recompensa estar vivo. Sin esperar a nada, solo abrazando lo que ahora me toca, que soy yo mismo en este mismo momento presente. La mejor recompensa de todas.

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