HAY UN NOMBRE

HAY UN NOMBRE

Hay un nombre extraño

que ahora me intriga

sobremanera y sobre todo.

Un nombre que sobrepasa

y transciende las angostas

y católicas fronteras

de mis apellidos.

Un nombre inquieto,

desconcertante, en pleno vuelo

sin aduanas por la belleza

que no entiende nada

de pasaportes ni visados.

Hay un nombre. Un nombre

insólito que se adentra ahora

en esta ciudad de incertidumbre

en que se ha convertido mi mente,

mientras desembarco con mis miedos

en las líneas de algún interrogante

existencial y humano

Un nombre que no sé

si es nombre o es poema.

Si es charco o es mar

Si es voz o sílaba

en algún archivo judicial,

porque han de juzgarme

por vuelo prohibido

sobre el horizonte sin magnitud

definida de la utopía.

En todo caso, parece

que se trata de todo

lo demás que rebasa

a mis apellidos y límites

sociales y pragmáticos.

La lluvia en que se montan

mis espejos de agua

para inundarme de poemas,

y el gobierno de estrellas

diminutas con que se encienden

mis chispitas de fulgor

tiernamente humano.

Hay un nombre.

Sin duda ahora mismo

hay un nombre que me intriga.

Quizás las dos sílabas e inmensas

del mundo están aguardando

a que mi conciencia despierte,

y las pronuncia, en su nombre.

En ese nombre que ahora

mismo me intriga infinitamente.

Solo le pido una cosa a todos:

no me intenten corregir,

cuando lo escriba 

un poco distinto

que de costumbre.

Más o menos con la grafía

imprevisible de mi alma.