LAS HADAS MADRINAS
Las hadas madrinas
se olvidaron de bautizar
los sueños en esta ciudad.
El viento mueve solo los molinos,
y en el corazón del aire
solo transita ausencia.
El mar recuerda al tiempo
en su resaca de espuma
de vaivenes y rosas de agua.
Y debe dormirse la urbe
para que despierte un sueño.
Las hadas madrinas se han cansado
de los cuentos en esta ciudad.
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