CASTILLOS DE SUEÑOS
Dicen que de niños
el castillo de un sueño
puede ser de rayas, arena,
papel o agua que se corta
a golpes de infantil cuchilla.
Y el tiempo se puede pintar
de colores que no emulen
la sangre qeu va corriendo
mientras duele hasta el alma
de ver correr la horas.
A veces, de azul como el mar
en pleno estío,
y otras de naranja
como el azahar cayendo en otoño.
Pero yo ya soy un poco mayor
para andar en una nube,
y que se sostenga la almena
de metáforas desde la que se protege
el poema de las embestidas
de la eternidad efímera de amar,
mientras te contemplo
hacia el horizonte.
Y solo pienso en erigir
la belleza en torno a tus ojos,
aunque ahora sea
como hacer castillos de naranja,
en un sueño de arena.
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