SIN DECIRNOS TODO
Aún resuenan aquellas palabras
que nos dijimos sin hablar.
En aquel día en que dialogamos
en el idioma silente
de quienes se tocan
el corazón antes que el cuerpo,
y tiemblan aunque el abrazo
no siempre esté en la cita.
Sin decirnos todo,
contamos toda
nuestra historia aquel día.
Y aquellos ecos de entonces
siguen retumbando dulcemente,
como un secreto de fragores
callados que solo entienden
los que han entablado
la tierna batalla de enamorarse.
Sin decirnos todo,
aquella tarde, con el alma
desnuda en nuestro sutil
vestido de poema,
nos contamos todo.
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