NOSOTROS, OTRA COSA

NOSOTROS, OTRA COSA

Nosotros, otra cosa.

Nosotros ahora

es algo más que un pronombre

gramatical en plural

de fantasmas mundanos.

Nosotros es la forma que adopta

el amor en nuestro mundo,

al susurrarnos un dulce delirio

al oído, mientras volamos

a otro sitio,

lejano del mar de cemento,

 en cada arrumaco.

Nosotros, otro camino

que transita por la senda

inefable e impredecible de amarse

en el presente del presente.

Otra verdad que escapa un momento

de la mentira urbana,

rutinaria y extenuante,

de correr hacia el éxito

de acumular riquezas

sin más fondo que el cajón.

Nosotros ahora

es otra verdad.

Es nuestra verdad,

genuina y pasajera.

Que, pese a ser efímera,

no sabe demasiado del tiempo,

cuando los relojes se rompen

en un abrazo atemporal,

como la vida cuando sucede

en uno de nuestros tantos besos.

Nosotros se conjuga

en otro verbo distinto.

Se escribe con otras letras

que no se cansan tanto

como esos párrafos de melancolía,

que antes se ahogaban

en la belleza sin eco

de un alma sin más latido

que la nostalgia.

Nosotros derrama ahora

una página de historia

en las sin historias solitarias

que alberga este mundo.

Nosotros ahora.

Otra cosa, otra verdad,

otra música en nuestro silencio

cómplice de deseo y cariño

que habla de todo

sin decir nada.

Nosotros. Otra cosa.

Nosotros, tú y yo.

Nosotros ahora, con nosotros.

Nosotros, otra cosa.