SIN RUIDO
Demasiado ruido ahora afuera.
No me escucho bien el corazón,
y solo quiero sosiego, calma
y descansar un rato del devenir
extenuante de la rutina.
Del tiempo sin tiempo
de la premura.
Me detengo, me paro
en estas palabras como el caudal
del río al abrirse al mar.
Y me libero de la prisa.
Dicen que no se puede escuchar
el concierto oceánico de la vida
cuando hay tanto ruido en el alma.
Por eso ahora, sin ruido,
me aparto del tiempo
sin tiempo en mi segundo
de desnudez ante el poema.
En unos versos que lo dicen todo
sin pronunciar más que silencio.
En el segundo que sí
tiene segundos.
Con calma, sosiego
y sin más premura que disfrutar
los latidos de mi alma.
Sin ruido, ahora, les pido
que me dejen tranquilo.
Tengo cita conmigo mismo.
Sin ruido.

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