MÚSICA PARA EL ALMA

lunes, 20 de agosto de 2012

NO SÉ CÓMO VINO




NO SÉ CÓMO VINO

No sé cómo vino.
No la había visto
nunca antes en mi vida.

Silenciosa, transparente.
A veces, llorando como un sauce
a las puertas del otoño.

Otras ausente. Sin llamar
nunca a la puerta de mi casa.

Sus palabras solo atracaban,
entonces, en los puertos
de mi inconsciencia.

Y vino sin pedir permiso
volviendo el beso amargo
de la tierra que despedía
soledades de polvo
algo más dulce.

Se convirtió en mi compañera
sin darnos más mano
que la palabra por ternura.

No se cómo vino.
Pero sigo aún enamorado
de la poesía.


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