MÚSICA PARA EL ALMA

jueves, 7 de noviembre de 2013

AQUELLOS AÑOS



AQUELLOS AÑOS

Aquellos años eran distintos.
No mataban tanto,
ni daban tanto miedo como ahora
asomarse a la delicia
o al abismo.

El mar solo contaba
con la profundidad de un sueño,
y no importaba que sobre el agua
las zapatillas no sirvieran
para andar.

El Sol no quemaba tanto.
Su piel de luz, entonces,
era de melocotón, rotuladores
y tierna plastina deshaciendo
dulcemente paraísos en las manos.

Y era posible navegar
por la fábula sin encallar
demasiado en la tristeza
o naufragar en la soledad.

Tan malo es ahora o lo parece
estar solo con uno mismo.

Aquellos años eran distintos.

Ahora los patios de puertas
de caramelo y sirenas de Beethoven
y Elisa han dado paso
a otras cosas más mundanas.

Las hadas se mudaron a otros cuentos
Cuando ya me quise dar la vuelta
ante los años, ya no estaban.

Y a ciegas dejó de ser dulce
aquella piñata cuyo aniversario
transcurre ahora más bien con alevosía
y silencio hacia un final
del que tengo la certeza.

Aquellos años eran distintos.
Supongo que soñar no costaba tanto,
cuando la inocencia me miraba,
y solo pesaba, tal vez, la maleta
con los libros y los lápices.

Y solo me digo ahora:
era tan hermoso atravesar el mar
sin tener que mirar el agua..

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