SOMOS LIBRES
Aún no lo sabemos del todo.
Pensamos que liberar
implica respirar sin grilletes
en los pies ni esposas
en las manos.
Andar por un mundo
de barrotes invisibles
sin que aparentemente
nos persiga siempre la Ley,
y caminar por nuestra casa
sosegadamente, aunque se nos rompan
los sueños en la utopía
de un supuesto sempiterno bienestar.
Somos más libres que eso.
Somos luz humana sin barreras
que solo se enciende desnuda,
cuando la miramos desde el alma,
siempre libre como el agua
que corre rauda por el río,
y el mar.
Y se apaga cuando creemos,
como peces embarrados de asfalto,
que en un pecera se puede saber
cuán infinito es el océano.
Somos más libres que eso.
Solo falta que sepamos
hacia dónde queremos volar,
más allá de la cordura absurda
de ser únicamente libres
por no tener grilletes
en los pies, ni yunques
visibles en las alas.
Somos más libres que eso,
aunque todavía no lo sepamos.
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