MÚSICA PARA EL ALMA

miércoles, 30 de noviembre de 2011

QUEDA EL SILENCIO

QUEDA EL SILENCIO

Queda el silencio
para decirlo todo,
cuando todo es ausencia,
soledad, y otra línea
de polvo sobre la pared.

Para la nada
queda el silencio.

martes, 29 de noviembre de 2011

TODO EL MUNDO ES NADIE



TODO EL MUNDO ES NADIE

Todo el mundo es nadie.
Una frase de polvo
escrita en la lóbrega belleza
de las calles vacías.

Todo el mundo es nadie.
Y una palabra que quiere
tener voz vuela sin oídos
sobre la madera de los bancos.

Solo el viento recuerda
el paso del caminante
en esta ciudad fantasma
de números.

Donde todo el mundo es nadie.

domingo, 27 de noviembre de 2011

INVISIBLE



INVISIBLE

Invisible.
Invisible sin ser un fantasma.
Invisible en la herida,
la alegría o la desgracia.

En la pena cuya magulladura a
no acaba nunca de cicatrizar:
sangra, demasiado, a veces
el sol al caer la tarde.
Y duele que amanezca
fuera de la ciudad sin amaneceres.

Invisible.
Invisiblemente humano:
así soy.

sábado, 26 de noviembre de 2011

LA NOCHE TE DESNUDA



LA NOCHE TE DESNUDA

La noche te desnuda,
y eres fría como la ceniza
de silencio que sigue calentando
la triste canción de estas palabras,
y sigue llenando de vasos vacíos
las mesas de un salón oscuro,
y la ausencia que dibuja
la tarde al acabarse sobre el puente.

La noche te desnuda.
Y llega tu cuerpo de aire
a sembrar de sueños
baldíos esta soledad.

Lo haces todo distinto.
Y nada se parece
a lo que es, cuando vienes
sobre las estrellas con la pupila
encendida en el ocaso
de un recuerdo.

La noche te desnuda.
Y espero, tal vez,
que sea cierto mañana
que de verdad te amo.

viernes, 25 de noviembre de 2011

SILLAS



SILLAS

Aún guardan calor las sillas
y los bancos en los que se sentaron
tus curvas de primavera,
y flores invernales.

Y tengo frío, porque solas
las palabras me devuelven
a esa triste verdad de hallarte
siempre en un beso sin labios,
ausente en la maquinaria imparable
de los latidos afligidos en el pecho.

Recuerdo aquellas tardes, entonces,
en las que abrazarse
era solo cuestión de tiempo,
y no de tejer maravillas de piel
sobre las siluetas entintadas
de una hoja sin corazón.

Ahora corre el río sobre el puente.
Y en la corriente no escucho
el murmullo solapado
de esas caricias de agua
que solías darme.

Todo se amolda ahora
a tu olvido como los viajes
a las estaciones de las despedidas,
y los raíles como cremalleras
oxidadas en un armario viejo.

Porque aún guardan calor
la sillas en las que nos sentamos
a contemplar la belleza
de estar enamorados.


jueves, 24 de noviembre de 2011

NO QUIERO SABER




NO QUIERO SABER

No quiero saber
lo que me espera,
porque quizás mañana
ya no quede la espera.

Ya no haya más futuro
que el final del cansancio
y las ganas de que lluevan
lágrimas en las sábanas.

No quiero saber
lo que me espera,
porque no sé si mañana
habrá espera.

martes, 22 de noviembre de 2011

LANGUAGES



LANGUAGES

Languages are what I love.
Wörten, kalimat, mots, palavras, lexi

Languages are emotions.
Feelings, murmurs.
Tenderness when a man
loves her woman
while gazing at the ocean
in her eyes.

Thunders of inspiration
who happen beyond the rain.

Sadness, melancholy.
A tree whose leaves are falling
onto the floor.

And words brink into silence.
But spring last forever
in the lover's eyes.

Languages are more
than syllabes.

A poem, words that blow
in my ear like a sluggish breeze
whispering a cry of seasons
all along a huge wood.

Time to be spent flying
above a dictionary of seas.

A child's dream of being adult.
An adult's dream
to return to innocence.

A street of thoughts
whose last corner
nobody knows about.

A letter to life.
One more world to be walked.
One more path to be discovered.
One more library of memories
to be opened.
A culture of sounds.

What I love the most.
Languages...
Wörten, kalimat, mots, palavras, lexi

ENÉSIMA ODA AL TIEMPO




ENÉSIMO POEMA AL TIEMPO

No lo veo. No lo siento,
pero pasa corriendo
como la sangre por las venas.

Y vuela como las hojas
ingrávidas del otoño,
cuando las nieve fustiga
su costado verde de primavera.

Y va golpeando dulcemente
las arrugas como un pasajero
invisible de los calendarios
que arrancan estaciones,
y recuerdos.

Está ahí el tiempo.
Y pasa, de repente,
y sin querer llega después
de ahora, y un adiós
definitivo, cuando ya no quedan
más despedidas que llorar.

No lo veo, no lo siento,
pero puedo decir que me espera.

Ahí está el tiempo
que me sucede de repente.

LO QUE SERÁN MIS VERSOS




LO QUE SERÁN MIS VERSOS

No lo sé.
Lo que serán mis versos
dentro de unos años no puedo saberlo.

No sé si tendrán
el color oscuro de la soledad
o el sabor agridulce
de una boca cuyos besos
ahora amanecen solos
en una página de intimidad
ausente y humana sin labios.

No lo sé.
Lo que serán mis versos.

Si mis palabras tendrán el calor
del cuerpo que algún día
llegó a abrazar su poesía,
o serán frías como la niebla
que envuelve la distancia
a un recuerdo en esta tarde.

Tal vez, duerman vacías
en alguna borrachera nocturna,
y despierten en el fondo
de una botella como melancolía
para millonarios de lágrimas.

No lo sé.
Quién será el que ahora
escribe, no lo sé.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LEER TUS OJOS



LEER TUS OJOS

Leer tus ojos es abrir
la belleza sin puertas.

Porque mirarte es contemplar
el sol sin que amenace
la tarde con cortar
las mañanas.

Leer tus ojos y subir
a los tejados de los sueños
donde no existe más vigilia
que el cansancio atemperado.

Cruzaré el mar esta noche.
Y leeré tus ojos
en cada átomo sereno de luz
para no ahogarme más
en mi tristeza.

Para dedicarme
a cultivar tu belleza.

SABIOS NARANJOS




SABIOS NARANJOS

La noria de Abarán sigue girando, mientras su mente se desliza por la sabiduría como un instruido caminante por los senderos pedregosos de la vida. Un cierto olor a experiencia y gula de aprender impregna los naranjos y limoneros por entre los cuales puede que se esté paseando. La nostalgia, a veces, la acompaña y se siente a un recuerdo de distancia de alguien al que quiere. Un pedazo de un corazón Afortunado sigue latiendo lentamente en su pecho como otra de las islas humanas en las que habrá atracado su amistad. Y ella lo sabe. Cavilante, quizás, busca algún faro que no deje abandonadas las efímeras líneas de su historia a la deriva de un sueño que nunca acaba de cumplirse, y vuelve a sentarse en aquel banco de las charlas al abrigo de una cerveza en el que siguen transitando los chistes, los sarcasmos y las ironías, aunque ahora haya de acarrearlas en silencio una leve brisa que sopla sobre sus tímpanos. Lo que queda es escribir para que todo tenga la oportunidad de morir más de una sola vez en la memoria del que no quiere perder un abrazo, pese a que falte el calor de unas manos entrelazadas en la fría estación de la soledad. Y amar viviendo.


En ocasiones, afirma que ya nada es lo mismo sin esas voces que convencen a la calma de ser lo más bello que se debe decir, cuando baila la corriente del río sobre el poema mundano de la existencia. Y ahí sigue, escuchando cómo Marx sigue intentando cortar las malévolas raíces de la pecunia del alma metálica en que se ha tornado la sociedad, cual campesino segando sus eras. Quiere no cejar en el empeño de luchar por un mundo algo menos triste que aquella aula en la que el Sol solo podía asomar unas lánguidas pestañas de luz, y despertar unos gramos de melancolía sobre el polvo de sus asientos y el lóbrego color gris de sus paredes. Ya ha tocado salir del búnker para entablar una guerra de cuyo desencadenamiento nadie se ha enterado. Porque en esa guerra no hay tanques que arrasen ciudades. Es la guerra por ser sin volverse espejismo y marioneta de espejos maquillados.


Mientras tanto, sigue batiéndose entre el olor a libros de las bibliotecas y el asfalto de su pueblo para salir adelante, y no tener que volver a ver la senda que no se ha de volver a pisar. Y sigue recordando, hablando de un poeta cuyo fulgor de amanecer sigue titilando desde la espesa niebla con la que se casan Luxemburgo y las ventanas de las oficinas de Kirchberg cada mañana. Es como si el tiempo quisiera adelantar el compromiso inevitable con el invierno de los árboles desmigajados y los girasoles secos.
Ella lo sabe. Ella sabe que recordar es otra manera de ensanchar la poesía y despojarla de las garras de Caronte unos cuantos instantes más. Ella sabe que sentir es algo más que decir cuándo alguien se emociona. Sentir es hacer ver a un amigo que no ha pasado por la vida de otro sin mover una hoja, una espiga o una huella; y lo escribe, mientras los pensamientos revolotean en su cabeza como mariposas en busca del polen que las hará revivir en forma de crisálida, cuando mueran.



La noria de Abarán sigue girando, y hasta la vieja Europa llega ese sonido inconfundible de madera vieja y algo roída que lucha por seguir levantando el agua cual proletario que yergue su cuerpo exhausto cada día para levantar su familia, escribir su libro y plantar su árbol. No te preocupes: tu historia está a buen recaudo en mi memoria. Y tiene futuro, aunque ya cruzarse sea cuestión de crear maravillas y calles sin esquinas de largo alcance en verso o prosa. No te preocupes, tus sabios naranjos siguen conmigo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

DIGO MÁS



DIGO MÁS

Digo más de lo que debería.
Nada debe hablar.
Estorbaría el caudal
de la sangre corriendo
por las venas del silencio
como la vida sobre el agua
de un manantial.

Porque ahora nace otro poema.
Y ha de ser el silencio,
tal vez, de la belleza
el que lo bautice.

Ya digo más...

domingo, 13 de noviembre de 2011

FIESTA DE SOLEDAD




FIESTA DE SOLEDAD

El silencio ya no es mudo
desde hace algún tiempo.

Tiene sangre, tiene cuerpo,
y por su silueta de ausencia
discurren las estaciones raudas
como un niño en bicicleta
de colores
corriendo por sus sueños.

A lo lejos gimen los árboles
sus últimas hojas de otoño,
las aceras suplican pasos
que vuelvan a andarlas.

Hace frío afuera, y el hielo
es el único habitante
de las esquinas.

Alguien tendrá que acompañarme
esta noche en la nostalgia.

Y no conozco a otra amiga
que no sea la soledad
para esta fiesta silente
de la melancolía.

sábado, 12 de noviembre de 2011

ENTIENDO EL SILENCIO



ENTIENDO EL SILENCIO

Entiendo el silencio
cuando hablan
tus labios de viento
en mi oído.

Y escucho asomarse
el mar a la ventana.
Parece como si derramases
un océano de mediodía
cada tarde que pasa
sin que cortes la noche.


Entiendo el silencio,
mientras no dejo de recordarte.

lunes, 7 de noviembre de 2011

RONDAN LOS PERROS



RONDAN LOS PERROS

Rondan los perros ahora
estos versos, y un hemistiquio
suena a un ladrido acosado
por el silencio de la tristeza
con bozal y sin cola
en las estelas del mar.

Es de noche. Te echo de menos.
Y solo puedo ladrarte
sin que me entiendas, desde lejos,
otro poema.

sábado, 5 de noviembre de 2011

HACE TIEMPO QUE NO AMANECE




HACE TIEMPO QUE NO AMANECE

Hace tiempo que no amanece.
Las estaciones se han detenido
en las horas de ausencia
que acarrean ahora
tus ojos agridulces de soledad.

Y asomo el mar a la ventana
para ver si llegas
en un soplido de melancolía.

Pero estás lejos, 
y tras los pasos de agua
que deja ahora la lluvia
sobre los cristales,
sé que no van a ser iguales
los mediodías sin los tuyos.

Hace tiempo que no amanece.

SOLO QUEDA

SOLO QUEDA

Solo queda la soledad
sola como la última colilla
de un cenicero olvidado,
y la última gota de lluvia
que no quiere desprenderse
del diluvio después del sol.

Solo queda una voz
en el silencio.
Y soy yo, gritando
con poesía mi vida
sobre los papeles.

Solo quedo yo,
y toda mi vida.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

DECORACIÓN



DECORACIÓN

La pobreza es bella
a los ojos
del que no es mendigo.

La calle se torna un techo
de asfalto en el que se rompen
los huesos de nadie.

Y los perros ladran baladas
de melancolía por las esquinas
como palabras que escuchan
solo los muros de la inconsciencia.

Todo vale para decorar
y seguir jugando al teatro
de los sueños,
mientras otra lágrima de aire
puede haber muerto esta tarde.

Para el dolor no hay cine.