MÚSICA PARA EL ALMA

martes, 21 de junio de 2011

CUADRO DE UN NIÑO




CUADRO DE UN NIÑO

Aún pienso que existe.
Lo dibujo, y nace
como la eclosión
de una rosa en primavera.

Sus alas son de pétalos
blancos, y su ternura
de temblor y cariño.


Sus ojos son de plastilina,
y se pinta en las pupilas
siempre un poco de azul
para que algunos días de mayo
rebrote la primavera
de las palabras sin facturas,
ni recibos que saldar.

La gravedad en su corazón
no tiene más peso
que los sueños.

Su fantasía es ingrávida
como un eco que se repite
más allá de los barrancos,
y los recuerdos.

A cada trazo surge
otro sustantivo de mar,
y libertad.

Y en su mirada no le crecen
años como muros de hormigón
sobre sus pupilas embelesadas.

Recorre el mundo
en una acuarela,
y a golpe de lápiz,
a veces, se imagina
que no sucede
su historia, mientras duermo.

Ya he dormido suficiente.
Me toca abrir los ojos.

Ya he soñado que existe.
Y mañana pediré permiso
al cansancio para pintarlo
otra vez.

Para pensar que aún existe
lo que fui hace unos años.

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