DEMASIADOS HORIZONTES
Ahora veo demasiados horizontes.
Y ningún camino que conduzca
a parte alguna en el infinito.
Miro al fondo de una botella
buscando una gota de mar
que no sepa a cebada fermentada,
y alborada de resaca
en silencio menor de cabeza.
Y no hallo lo que sueño,
y me hundo en lo que pienso.
Y amanece
después de nadar
entre burbujas de amor
con olor a borrachera.
Otro día con más
de un horizonte.
Demasiados sueños.
Y ningún camino al falso infinito.
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