CON OTRA
Se besan monótonamente. La cadencia de sus labios no va al compás que marca la ternura que desprenden los poros de sus pieles. No fraguan bien el cariño, otra noche más. El hastío los sume en una rutina insoportable de juntar los cuerpos sudorosos sin que llueva pasión de sus mentes. Paula decide buscarse una excusa para tomar el aire. No aguanta esa situación más.
- Voy a salir, Ricardo.
- Vale, pero no tardes- responde.
- Descuida. Sólo serán unos minutos.
Llevan ya algún tiempo sin verse. Se ha retrasado un poco Paula. Algunos meses habría que decir. Se ha ido lejos. Algunos periplos por Francia, la espesura de los bosques galos, y algunas carantoñas 'a l'orange' parecen haberla cambiado bastante. Se ha marchado algo más que unos cuantos kilómetros. Ricardo la siente bastante distinta, hasta el punto de que se extraña por que resuenan los muelles de la cama cada vez que se monta la lujuria a sus espaldas. Sus dedos lo recorren más ávidos que antes, y lo arañan, y lo miman como antes habría querido. Casi no puede intercambiar esos embates de pasión que lo desbordan. Paula gime con su cuerpo extasiado. Algunas veces, sus gemidos cambian de idioma. Entre 'oui' y 'sí' tampoco hay tanta diferencia para él. Aunque, a veces, es inevitable que surja la pregunta:
¿No serás otra, Pauline..?
- Voy a salir, Ricardo.
- Vale, pero no tardes- responde.
- Descuida. Sólo serán unos minutos.
Llevan ya algún tiempo sin verse. Se ha retrasado un poco Paula. Algunos meses habría que decir. Se ha ido lejos. Algunos periplos por Francia, la espesura de los bosques galos, y algunas carantoñas 'a l'orange' parecen haberla cambiado bastante. Se ha marchado algo más que unos cuantos kilómetros. Ricardo la siente bastante distinta, hasta el punto de que se extraña por que resuenan los muelles de la cama cada vez que se monta la lujuria a sus espaldas. Sus dedos lo recorren más ávidos que antes, y lo arañan, y lo miman como antes habría querido. Casi no puede intercambiar esos embates de pasión que lo desbordan. Paula gime con su cuerpo extasiado. Algunas veces, sus gemidos cambian de idioma. Entre 'oui' y 'sí' tampoco hay tanta diferencia para él. Aunque, a veces, es inevitable que surja la pregunta:
¿No serás otra, Pauline..?
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