NO TENGO QUE SER POETA
No tengo que ser poeta
para que yo deje de ser.
Y sea contigo,
y cortes el sol
en tus rubios cabellos.
No tengo que ser poeta
para alcanzar el cielo,
cuando naufrago dulcemente
atravesando tus ojos
de costa a costa
de tus pupilas.
Y en un escalofrío
recorro tu desnudez,
y el calor sempiterno
de tu sonrisa,
a veces, de mármol
y escarcha.
No tengo que ser poeta
para escribir poesía,
cuando la escribo
en tu nombre,
en nuestros nombres.
0 comentarios:
Publicar un comentario