NO SABÍA LO QUE ERAS
No sabía lo que eras.
Te escribía.
Te tejía a mis palabras
como la araña a su tela,
como el baile del agua
que se aferra a la arena
en un último aliento de sal.
Y pensaba que abrazarte
era hilvanar tu cintura
a un verso, y declamarla
al silencio.
Para que volvieras cada día
a tu dulce ausencia.
A mi soledad.
No sabía que eras
un beso, unas manos.
Hasta que pude tocarte
sin dejarme el mar en la tristeza.
1 comentarios:
Hermoso...a veces, cuando el amor llega, abraza nuestros sueños y deseos más profundos...
Saludos
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