MÚSICA PARA EL ALMA

jueves, 22 de mayo de 2014

CAÍSTE DULCEMENTE



CAÍSTE DULCEMENTE

Caíste dulcemente
y no moriste entonces.

Se dio el tierno percance
de que te tendiste
hacia mis brazos
como puentes hacia un lugar
ajeno a los ruidos, la niebla
y la molicie de la ciudad.

Querías viajar a otra parte
más hermosa supongo.

Y descansaste del mundo,
mientras caías dulcemente
en mis brazos, y no moriste
entonces, solo el tiempo.


1 comentarios:

Patricia dijo...

Es la más hermosa manera de rendirse ante el amor, con dulzura.
Precioso, como siempre!!!
Cariños…