ALGUIEN SE BAJA DEL TREN
Alguien se baja del tren.
Y otro sube en cada estación.
Los vagones de mi vida,
entonces, se llenan y vacían
de pasajeros como las páginas
de mi historia, cuando construyo
y derribo poemas de una existencia
siempre en proceso de fabricación.
Los días dejan entonces
una estela anaranjada
en las tardes, y una esencia
agridulce de raíles y ocasos,
y pésames, y despedidas.
Alguien se baja del tren.
Y otro llega en la siguiente parada.
Y me digo, mientras contemplo
cómo las miradas pasan
igual que los paisajes que voy dejando
tras las ventanas:
así será mi vida, siempre.
Como la gente que baja
y sube a caminar.
Un viaje por el tren
de mi existencia.
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