HABÍA QUEDADO CLARO
Creía que había quedado claro.
Te ibas a marchar ya.
Y nos dijimos adiós aquella tarde
para nunca volvernos a ver.
Sin embargo, aún pueblas
todos mis ojos en las calles.
Las hojas amarillentas,
y las fotos medio rotas
que aún cuelgan de mis armarios.
Porque despedir al corazón,
un fuego que casi ni se ha encendido.
Y perder un camino, tal vez,
para seguir los malos pasos
hacia atrás de la nostalgia.
Nos dijimos adiós.
Y aún me resisto, tal vez,
a que te apagues como la última
ceniza de un cigarro,
o la última luz de una farola
en la madrugada.
Porque te miro,
aunque ya no tengas
más ojos que mis sueños.
Creía que había quedado claro.
Te ibas a marchar ya.
Y nos dijimos adiós aquella tarde
para nunca volvernos a ver.
Sin embargo, aún pueblas
todos mis ojos en las calles.
Las hojas amarillentas,
y las fotos medio rotas
que aún cuelgan de mis armarios.
Porque despedir al corazón,
un fuego que casi ni se ha encendido.
Y perder un camino, tal vez,
para seguir los malos pasos
hacia atrás de la nostalgia.
Nos dijimos adiós.
Y aún me resisto, tal vez,
a que te apagues como la última
ceniza de un cigarro,
o la última luz de una farola
en la madrugada.
Porque te miro,
aunque ya no tengas
más ojos que mis sueños.
0 comentarios:
Publicar un comentario