SIGO JUGANDO
Sigo jugando.
Ahora ya no tengo compañero
de corredurías
por los pasillos.
Pero sigo jugando.
Me imagino las bombas
como dulces de pólvora
que no resultan indigestos
para las heridas.
Y el mar como una balsa
de sal cuya corriente
sólo habla de delfines,
barcos de papel,
y dulces despedidas.
Todo es un juego.
El camino no me cansa.
Y puedo viajar sin billete
al cielo cuando quiero rozar
en una palabra las nubes,
aunque sepa que luego la gravedad
pesa como los años.
Aún sigo jugando...
Sigo jugando.
Ahora ya no tengo compañero
de corredurías
por los pasillos.
Pero sigo jugando.
Me imagino las bombas
como dulces de pólvora
que no resultan indigestos
para las heridas.
Y el mar como una balsa
de sal cuya corriente
sólo habla de delfines,
barcos de papel,
y dulces despedidas.
Todo es un juego.
El camino no me cansa.
Y puedo viajar sin billete
al cielo cuando quiero rozar
en una palabra las nubes,
aunque sepa que luego la gravedad
pesa como los años.
Aún sigo jugando...
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