NADIE ESTÁ DE PASO
Nadie está de paso,
cuando alguien
le recuerda que pasa.
Y sus huellas no se las lleva
la brisa de las calles
como hojas secas de otoño.
Cuando no caduca
la ternura en el abrazo.
Y se sigue pensando
en el instante
después del adiós.
Entonces,
nadie está de paso.
Nadie está de paso,
cuando alguien
le recuerda que pasa.
Y sus huellas no se las lleva
la brisa de las calles
como hojas secas de otoño.
Cuando no caduca
la ternura en el abrazo.
Y se sigue pensando
en el instante
después del adiós.
Entonces,
nadie está de paso.
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