MÚSICA PARA EL ALMA

domingo, 26 de febrero de 2012

AQUÍ ESTOY SOLO, CASI



AQUÍ ESTOY SOLO, CASI

Aquí estoy solo, 
después de ti.

Después de nosotros.
Y es duro, a veces,
descifrar la soledad
latente de los bancos
vacíos de los parques.

Y darse cuenta
de que los recuerdos
solo vuelven en la memoria.

No tienen tacto, 
y son como las frutas
que se han vuelto tierra
después de caer del árbol.

Aquí estoy solo, ya ves,
mirándote sobre el aslfato.

A la espera de que algún reflejo
devuelva tus ojos.

Mientras tanto, solo
juego al amor con las metáforas.
Y besarte se torna
en el agridulce desafío
de convocar tus labios
entre el tumulto de la vieja Europea,
y la belleza solemne
de un poema.

Aquí estoy, solo. Casi

3 comentarios:

Graciela Mejía González dijo...

Juega usted al amor con las metáforas,
y gracias a eso saboreo su poesía.

Le amo, no sólo por ser Poeta del Alba, sino poeta del día y de la noche; de la razón y del corazón.

Poeta del Alba dijo...

Gracias por tan conmovedoras palabras. Lo único que temo es que algún día se apague el faro de inspiración, duda, desconcierto o melancolía que guía a estas metáforas hacia el poema. No obstante, creo que una vez que este prende, no deja de iluminar nunca, aunque tenga sus altibajos como todo en esta vida. Gracias a él, a veces, me descubro a mí mismo como ser humano más allá de la necesidad pecuniaria para subsistir, algo que no puede pagar ningún crédito como siempre digo. Y si además consigo regalar una emoción sincera, mejor todavía. Un gran abrazo. Poeta del Alba

Poeta del Alba dijo...

Gracias por tan conmovedoras palabras. Lo único que temo es que algún día se apague el faro de inspiración, duda, desconcierto o melancolía que guía a estas metáforas hacia el poema. No obstante, creo que una vez que este prende, no deja de iluminar nunca, aunque tenga sus altibajos como todo en esta vida. Gracias a él, a veces, me descubro a mí mismo como ser humano más allá de la necesidad pecuniaria para subsistir, algo que no puede pagar ningún crédito como siempre digo. Y si además consigo regalar una emoción sincera, mejor todavía. Un gran abrazo. Poeta del Alba