Amanece otro día.
Los rayos del Sol
son como gaviotas de luz
que anidan en mis pupilas
para posar su esperanza
sobre mis pasos.
Y se anuda a mis puertos
de faroles y linternas
de sueños el mediodía,
como si no quisiese gastarse
sobre el horizonte
como otra página del calendario
arrancada del almanaque
de lágrimas de la vida.
Amanece otro día
hermoso.
Y solo espero
que llegue a ser mañana.
Y amanezca de nuevo.
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