Ahora soy feliz,
porque otro recuerdo
se ha iluminado en el mío.
He encendido otra página
de soledad, alegría
o tristeza como se encienden
las estrellas al caer la tarde.
Y mientras jugaba a soltar
las amarras de mis barcos
de sombras sobre el aire,
alguien ha seguido mi viaje.
Ha perseguido dulcemente
mis ojos poblados de belleza.
Ahora soy feliz,
porque tal vez, es maravilloso
que la memoria parta
a anclar en el puerto
infinito de otras historias.
Para que el recuerdo mío
siga teniendo recuerdos.
Y no me olviden.
Es maravilloso
jugar a ser poeta.
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